- «La verdadera victoria en esta guerra no se llevará a cabo a través de ejércitos, sino a través de la Hermandad de la Oscuridad. Nuestra mayor arma es la Fuerza, y aquellos individuos que tienen el poder de comandarla.»
- ―Kopecz, Señor Oscuro de los Sith
La Primera Batalla de Ruusan ocurrió en el 1.002 ABY. Fue una de las batallas finales de las Nuevas Guerras Sith y fue el primer enfrentamiento en la última campaña de la guerra. La batalla comenzó en órbita sobre el planeta Ruusan, que la República Galáctica estaba usando como base para lanzar incursiones al planeta Kashyyyk, bajo ocupación Sith. Cuando los Sith salieron del hiperespacio con una flota de naves de guerra más pequeña que la de la República, la República cayó desprevenida, y el ataque Sith comenzó.
Kaan, Señor Oscuro de los Sith y líder de facto de la Hermandad de la Oscuridad, estuvo al mando de la batalla desde su nave insignia Nightfall, usando el antiguo arte de la meditación de batalla Sith. La primera descarga fue devastadora, e infligió graves pérdidas a las filas de la República. Sin embargo, el rumbo de la batalla cambió cuando una Maestra Jedi cereana, que estaba apoyando a la flota de la República, empleó su propia meditación de batalla, y por ello fueron los Sith quienes se confundieron. Cuando parecía que la victoria sería segura para la República, el Señor Sith Kopecz infiltró la nave capital donde estaba apostada la Maestra Jedi, y mató a sus dos padawans antes de matar a la Maestra. La pérdida resultante de la ventaja Jedi eliminó cualquier oportunidad de victoria para la flota de la República, y sus fuerzas restantes fueron aniquiladas por los Sith.
Antecedentes[]
- «Mientras las tropas se disputan el control de mundos y lunas, los Maestros Jedi y Sith buscan destruirse entre sí. Estamos siendo impulsados hacia una confrontación inevitable y final. La facción que sobreviva, Sith o Jedi, determinará el destino de la galaxia durante los próximos mil años.»
- ―Lord Kopecz
Para el año 1.000 ABY, la última encarnación de la guerra entre los Sith y la República Galáctica cruzó todo el territorio de la galaxia. Hacia las etapas finales del conflicto, los ejércitos de la Hermandad de la Oscuridad del Señor Oscuro Kaan lograron conquistar Kashyyyk, baluarte de la República. Sin embargo, sus fuerzas continuaron siendo fastidiadas por ataques rápidos y sorpresivos de fuerzas de la República. Después se descubrió que la fuente de estas molestias eran las fuerzas de la República apostadas en el planeta Ruusan—un pequeño mundo cuya única importancia era su posición estratégica. En adición a sus movimientos ofensivos, la flota de la República estaba sirviendo un propósito defensivo, pues si Kaan lograra salir victorioso de Ruusan, los Sith entonces tendrían un camino directo hacia Coruscant, la capital de la República Galáctica. Por ello los esfuerzos de la República estaban enfocados en mantener el dominio de Ruusan, para impedir que Kaan y su Hermandad obtuvieran una posición ventajosa que les permitiera atacar la capital de la República.[1]
La batalla[]
Bombardeo de los Sith[]
Considerando el número de naves de la República en la órbita de Ruusan, Kaan decidió dirigir él mismo el ataque desde su nave de mando personal, la Nightfall, creyendo que su dominio de las habilidades Sith sería suficiente para confundir a las fuerzas de la República. Su plan era confiar en el elemento sorpresa para contener a la flota de la República y minimizar su habilidad de tomar represalias, mientras implementaba su meditación de batalla impulsada por el lado oscuro para quebrantar a sus oponentes y al mismo tiempo incrementar la coordinación de la flota Sith. Dejando de lado una estrategia defensiva, Kaan confiaba en que una ofensiva total aplastaría a la República y a sus refuerzos Jedi.[1]
La armada Sith salió del hiperespacio y se encontró con la flota de la República sobre Ruusan. En la descarga inicial, la Nightfall destruyó a la nave de batalla de la República que estaba de guardia y después bombardeó directamente las otras dos naves de apoyo, impidiendo que pudieran asistir a las naves capitales clase Hammerhead, más pesadas y menos maniobrables, que componían la espina dorsal de la defensa de la República. Un ataque conjunto de los cazas Buzzard Sith incapacitaron a dos Hammerheads al inhabilitar sus escudos deflectores. Tres Acorazados Sith continuaron el ataque sobre las dos Hammerheads sin escudos, mientras las naves de batalla Corsair Sith usaron su maniobrabilidad superior para llegar hacia las otras dos. La República estaba sufriendo muchas bajas rápidamente, y Kaan se entusiasmó con lo que parecía ser una victoria inminente.[1]
Consolidando la victoria[]
Sin embargo, la ventaja de los Sith desapareció tan rápido como había llegado gracias a la presencia en la Fuerza de una Maestra Jedi al mando de la flota de la República, que intervino con su dominio superior de la meditación de batalla. Inmediatamente, las fuerzas de Kaan cayeron en desorden. Uno de los Corsairs, Fury, fue destruido por una descarga coordinada de las Hammerheads que estaba atacando. Mientras tanto, los Acorazados Sith fueron sorprendidos por cuatro escuadrones de cazas Aurek, lanzados desde las bahías de carga de los dos cruceros de la República a los que se estaban enfrentando.[1]
La nave de batalla Sith restante, Rage, y los tres Acorazados que la flanqueaban, se vieron obligados a retirarse y reagruparse mientras la República tomaba la iniciativa. Kaan había perdido el elemento sorpresa, y se encontró enfrentado con un enemigo que era superior en número y armas, y además estaba motivado por una destreza en la meditación de batalla superior a la de él.[1]
Fue en este momento que el Lord Sith Kopecz se unió a la batalla, consciente de la influencia disminuida de Kaan. Él se sumergió en el lado oscuro de la Fuerza y abrió su camino luchando a través del bloqueo de cazas estelares de la República para abordar su nave insignia en su interceptor personal. Después de matar a las tropas presentes en el hangar, Kopecz se desplazó a pie por la nave con un objetivo en mente: encontrar y eliminar a la Maestra Jedi, la fuente del empoderamiento de la República. Usando la Fuerza para ir hacia donde ella se encontraba, Kopecz encontró y derrotó un escuadrón de seguridad de élite antes de confrontar a los dos padawans selkath que estaban protegiendo el lugar donde estaba la Maestra desconocida. Kopecz entonces estranguló a uno de ellos con la Fuerza, y despachó al otro con una descarga de Relámpagos de la Fuerza. El Lord Sith entró a la cámara de la Maestra Jedi y vio que era una anciana cereana, que no trató de defenderse ni intentó huir. Él reconoció silenciosamente su resolución cuando la mató, y quedó satisfecho por haber eliminado lo que otorgaba su moral a la República. El rumbo de la batalla cambió de nuevo, cayendo completamente a favor de la Hermandad de la Oscuridad. Las fuerzas de Kaan presionaron nuevamente la ofensiva, y todas las naves defensoras de la República fueron destruidas junto con las tropas a bordo de ellas. La primera batalla de la Campaña de Ruusan terminó en un triunfo duramente ganado para Kaan y su Hermandad oscura.[1]
Consecuencias[]
A pesar de que inicialmente la República los hizo retroceder, los Sith tuvieron éxito al eliminar toda la flota en órbita. Sin embargo, la presencia de las naves de batalla Sith, así como la importancia estratégica de Ruusan, hicieron inevitable un contraataque de la República. Después de la batalla, los restos de las naves llenaron el espacio en la órbita y comenzaron a caer a través de la atmósfera, chocando contra la superficie de Ruusan—escenas que se repetirían durante la segunda y la tercera batallas en el mismo planeta. El fracaso de parte de la República al tratar de reconquistar el planeta tuvo como consecuencia que fuera el primer lugar donde se reveló el Ejército de la Luz de los Jedi, dirigido por el general Hoth, y las batallas en tierra consiguientes llevarían la devastación a la superficie del planeta. La guerra llegaría a su fin en Ruusan durante la séptima batalla, cuando Kaan desató una antigua arma Sith conocida como bomba mental, cuyo poder aniquiló a casi todos los sensibles a la Fuerza en el planeta.[2]
Entre bastidores[]
Las siete batallas de Ruusan fueron concebidas por el autor William C. Dietz por la tercera y última entrega de su trilogía de novelas Dark Forces, Jedi Knight, aunque la primera batalla no fue mencionada directamente en la novela. En una visión al Caballero Jedi Kyle Katarn, el Maestro Jedi Tal y Lord Hoth discuten la Campaña de Ruusan, mencionando que los Sith sólo ganaron dos de las siete batallas.[3]
La batalla fue posteriormente expandida por el autor Drew Karpyshyn, y apareció en su novela Darth Bane: Path of Destruction. Karpyshyn usó la batalla para presentarle a los lectores la última parte de las Nuevas Guerras Sith, conocida como la Campaña de Ruusan. Esta batalla se sientan las bases para lo que sería eventualmente la devastación del planeta, la destrucción de la encarnación actual de la Orden Sith, y el ascenso de Darth Bane.[1]
Apariciones[]
- Darth Bane: Path of Destruction (Primera aparición)
- Darth Bane: Rule of Two (Solo en mención indirecta)
- Coruscani Dawn (Solo en mención indirecta)
- Dark Forces: Jedi Knight (Mención indirecta en flashback) (Primera mención)
Fuentes[]
- «Heritage of the Sith»—Star Wars Insider 88
- The New Essential Chronology
- Jedi vs. Sith: The Essential Guide to the Force