Derem fue una de las ciudades más grandes de la era anterior al diluvio universal del planeta Kamino. Por aquel entonces, Derem fue la capital planetaria, hasta que se hundió bajo tres kilómetros de agua. A pesar de la profundidad, la ciudad fue una de las ruinas más accesibles de la antigua civilización kaminoana y sus descendientes acostumbraron a peregrinar a las ruinas para contemplar su existencia. La ciudad estaba muy bien concebida y diseñada, con esplendorosas agujas que demarcaban su perímetro. Estas agujas acabaron siendo la sujeción de los Arrecifes Cortantes. Exploraciones a las ruinas de Derem, descubrieron una gran biblioteca que parecía haber sido mantenida por un grupo de Caballeros Jedi, que albergaba el holocrón cristal marino, del que más tarde, se supo que había sido creado por Qalsneek el Toro.
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