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Este artículo trata sobre un tema considerado Canon.

«Ah, déjalo. Pasó demasiado tiempo dentro de las cápsulas.»
―Cutup[fuente]

CT-21-0408, apodado "Echo" o "Eco" por repetir usualmente las normas y procedimientos establecidos para los clones, fue un soldado clon que sirvió en el Gran Ejército de la República durante las Guerras Clon. Al inicio de su carrera, Echo vivió en Ciudad Tipoca, la capital del planeta Kamino, y entrenó en su complejo militar. Como cadete clon, Echo fue parte del Escuadrón Dominó, supervisado por el cazarrecompensas Siniteen Bric. Echo formó parte del Escuadrón Dominó hasta que la unidad aprobó su prueba final; cuya finalización permitió a los miembros del Escuadrón Dominó convertirse en soldados clon listos para la batalla. Durante su primera misión, Echo montó guardia en la estación de Rishi, un puesto de escucha que se encontraba en la luna de Rishi, donde él y otros soldados novatos estaban estacionados. Mientras Echo permanecía en la estación, el General Grievous lanzó un ataque contra ésta para capturarla antes de atacar Kamino. Su plan, sin embargo, fue frustrado por Echo, compañeros Cincos y Hevy; y los oficiales Cody y Rex. Echo, junto con Cincos, fue recompensado ​​con medallas por su servicio en la luna de Rishi y se unió a la Legión 501.

Varios meses más tarde, tanto Echo como Cincos volvieron a Kamino, y estuvieron allí presentes cuando Grievous, junto con Asajj Ventress, lanzaba un ataque contra Ciudad Tipoca. Tras la retirada de Grievous y Ventress, que puso fin a la batalla, Echo y Cincos recibieron una vez más elogios por su valentía y esfuerzo, y se convirtieron en soldados CAR. Echo participó más tarde en el rescate del Maestro Jedi Even Piell, quien había sido capturado por fuerzas separatistas y llevado a la Ciudadela. Echo y un grupo dirigido por los Generales Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker encontraron a Piell en la cárcel y, cuando trataban de escapar con el Maestro Jedi, fueron detenidos por el director de la instalación, Osi Sobeck. Cuando Echo y su equipo buscaron una vía de escape que los llevara de regreso a su transporte para salir de la prisión separatista, más fuerzas droides de Sobeck los atacaron. Al encontrar su transporte, Echo vio a un droide comando tratando de disparar contra la nave con un cañón, por lo que Echo trató de detener al droide. Sin embargo, el droide destruyó el transporte, hiriendo de gravedad a Echo y haciendo creer a sus compañeros que el soldado había muerto.

Echo, estando gravemente herido, fue hecho prisionero por las fuerzas separatistas, y fue vendido al capataz de la Tecno Unión, el Emir Wat Tambor. Echo se mantuvo con vida al ser convertido en un cyborg, aunque a costa de su conciencia. Se convirtió en un peón involuntario de los separatistas durante su campaña en Anaxes, dirigida por el almirante Trench. Cuando Rex encontró rastros de la supervivencia de Echo, acompañado por la Fuerza clon 99 y el General Jedi Anakin Skywalker, encabezó una misión para rescatar a Echo en Skako Menor. La misión tuvo éxito, y, a su vez, Echo utilizó sus implantes cibernéticos para alterar las tácticas de los separatistas en Anaxes, lo que comportó una victoria de la República.

Biografía

Entrenamiento con el Escuadrón Dominó

«Chicos, tenemos que seguir las órdenes, vamos ...»
―Echo al Escuadrón Dominó[fuente]
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Echo con Droidbait y Cutup.

CT-21-0408 fue un soldado clon que sirvió en el Gran Ejército de la República durante las Guerras Clon. Alrededor del 21 ABY, CT-21-0408 fue asignado al Escuadrón Dominó, una unidad de cadetes clon. Debido a que CT-21-0408 a menudo repetía las normas y procedimientos que los soldados clon debían seguir, los demás cadetes del Escuadrón Dominó- Cutup, Hevy, Cincos y Droidbait- le apodaron "Echo". Echo y el Escuadrón Dominó vivían en la capital del planeta Kamino, llamada Ciudad Tipoca, entrenando en su complejo militar. Bajo la supervisión del cazarrecompensas Siniteen Bric, Echo y el Escuadrón Dominó realizaron diversas simulaciones de batalla, luchando contra varios droides de combate. Durante las simulaciones, tanto los cadetes clon, como los droides, utilizaban armas no letales por lo que ningún clon podía ser herido durante las simulaciones. Además, todos los miembros del escuadrón debían trabajar en equipo para superar con éxito las simulaciones. En el caso del Escuadrón Dominó, sin embargo, rara vez se producía la colaboración entre cadetes.

Durante un examen de práctica, su compañero Hevy se separó del grupo, mientras Echo, Cincos, Droidbait y Cutup permanecían detrás de unas barricadas. A medida que la simulación avanzaba, el grupo de personas que estaban viendo al Escuadrón Dominó; Bric, el arcona El-Les, y la Maestra Jedi Shaak Ti; se preocuparon por la imprudencia del Escuadrón. Bric puso de manifiesto la incapacidad del grupo para trabajar en equipo y su pretensión de destinarlos al personal de mantenimiento de Ciudad Tipoca, donde se dirigían los clones que eran rechazados. Ti notó la incapacidad de Echo de adaptarse a cualquier situación, ya que él estaba tratando de hacer cumplir los procedimientos adecuados a sus compañeros de equipo. Debido a que los miembros del Escuadrón Dominó no lograron trabajar juntos, los cadetes no superaron la prueba. Después, Echo y su escuadrón salieron de la sala de simulaciones y se dirigieron a los dormitorios del complejo militar. Allí, Echo le dijo a su equipo que debían seguir las órdenes y no perder el tiempo. Mientras que los otros miembros del Escuadrón Dominó se burlaron de las palabras de Echo, Hevy no hizo tal cosa. Cuando dijo que él pensaba que "como un soldado CAR", Echo le preguntó acerca de ello, lo que enfureció a Hevy. Su discusión se convirtió en una pelea, que fue interrumpida por la llegada inmediata de Bric. Mientras Echo se disculpaba rápidamente ante Bric, Hevy rechazó al sargento. Bric quería que el equipo cooperara entre sí, y trató de forzar al escuadrón para que siguiera sus instrucciones. Algún tiempo después Bric y El-Les reunieron a todos los escuadrones de cadetes clon para una reunión fuera del complejo militar.

El comandante clon Colt, que era un CAR, fue a ver las pruebas del simulador de combates para cadetes clon. Si un escuadrón superaba la prueba que iba a presenciar Colt, los soldados de ese escuadrón se convertirían en soldados clon listos para el combate. Colt tomó interés por el Escuadrón Bravo, una unidad de cadetes clon que que había superado diversas pruebas en tiempo récord. Echo trató de informar a su equipo de que podían aprender algo del Escuadrón Bravo; sin embargo, sus compañeros lo ignoraron. Echo y el Escuadrón Dominó siguieron al Escuadrón Bravo hasta la sala de simulaciones de combate, y pronto vieron como el Escuadrón Bravo trabajaba en equipo durante la ejecución de su prueba. Con la finalización de la prueba del Escuadrón Bravo, Echo y el Escuadrón Dominó entraron en la sala de combate. Echo y el resto del escuadrón sufrieron las burlas de los cadetes del Escuadrón Bravo, quienes bromearon diciendo que "iban a ver caer las piezas de un dominó". Sin embargo, una vez que comenzó la simulación, Echo y su escuadrón completaron rápidamente ciertas partes de la simulación más rápido de lo habitual. Mientras Echo, Cincos, Droidbait y Cutup se ponían a cubierto, Hevy fue a abrirles un camino. Cuando Droidbait se separó del grupo, sin embargo, un droide le disparó por la espalda. Echo notó eso y pidió ayuda a Hevy, aunque Hevy le dijo que dejara a Droidbait solo, puesto que quería que su equipo se dirigiera donde se encontraba el faro necesario para completar la prueba. Debido a que Echo y los demás miembros del Escuadrón Dominó dejaron a Droidbait detrás, la prueba se detuvo automáticamente. Colt y El-Les informaron al grupo de que no se debía dejar a un hombre atrás bajo ningún concepto.

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Echo y Cincos hablan con Shaak Ti.

Después de fallar la prueba, los cadetes clon partieron de regreso a sus dormitorios. Echo y Cincos, sin embargo, sentían que no formaban parte de la lucha del Escuadrón Dominó. Tratando de ser transferidos a un escuadrón de cadetes clon diferente, Echo y Cincos fueron aver a la Maestra Jedi Shaak Ti. Sin embargo, cuando Echo y Cincos solicitaron pertenecer al Escuadrón Bravo, Ti denegó su petición y reveló que tenía fe en el Escuadrón Dominó. Por causa de su confianza, Ti permitió al Escuadrón Dominó repetir la prueba que había suspendido. Al día siguiente, Ti se unió a Bric, El-les, y Colt, mientras Echo y el resto de su escuadrón entraban en la sala de simulación. Procediendo de modo similar al día anterior, aunque esta vez sin dejar a nadie atrás, el Escuadrón Dominó llegó al pie de una ciudadela. Sin embargo, se dieron cuenta de que sus cables de ascensión, necesarios para escalar la torre de la ciudadela, habían desaparecido. A pesar del revés, los clones improvisaron ​​y decidieron subir agarrándose en las torretas bláster adheridas en la pared de la ciudadela. Cuando Hevy escaló con éxito la torre y levantó el faro de la parte superior de la ciudadela, el Escuadrón Dominó completó la prueba. Shaak Ti y El-Les hablaron positivamente de sus esfuerzos, y a Echo y al resto del Escuadrón Dominó se les permitió convertirse en soldados clon. Cada uno de ellos recibió su medalla, como símbolo de su graduación.

La batalla en la luna de Rishi

Echo: «Eh... ¿No deberías estar mirando el escáner Hevy?»
Hevy: «Sí, echemos un vistazo. Hmm, ¿qué tenemos aquí? Todo despejado. Igual que las últimas cien veces.»
— Echo y Hevy [fuente]
Epguide05

Echo, Cincos, Hevy y Cutup son testigos de la muerte de O'Niner.

Después de convertirse en un soldado clon listo para la batalla, Echo y los ex miembros del Escuadrón Dominó fueron destinados a un puesto de escucha situado en una luna del planeta Rishi bajo el mando del sargento O'Niner. Junto con los soldados Cincos, Hevy, Droidbait, Nub, Cutup y CT-327; Echo se mantuvo en el puesto de escucha para advertir a la República Galáctica de cualquier inminentes ataque separatista contra Kamino. En un momento dado, cuando Echo se unió a los otros soldados novatos en la sala de control del puesto de escucha, el sargento O'Niner entró en la sala y alertó a los soldados clon de que una inspección rutinaria era inminente. Sin saberlo el grupo de soldados clon, el General Grievous planeaba atacar Kamino para poner fin a la producción de soldados clon de la República.

Grievous sabía que si atacaba Kamino, el puesto de escucha de la luna de Rishi detectaría el ataque, y los soldados clon apostados en el puesto de escucha apagarían la señal de "todo despejado" de la base, lo que alertaría a la cercana flota de la República. Por eso, Grievous desplegó a varios droides comando en naves de embarque clase-Droch para que se hicieran cargo del puesto de escucha. Mientras tanto, un soldado clon accionó el escudo del puesto de escucha para proteger la base contra lo que parecía ser una lluvia de meteoritos, que era en realidad un grupo de naves de embarque enemigas. Los droides pronto abandonaron sus transportes y comenzaron su ataque sobre la base de la República. Después de que tres droides comando dispararan y mataran a O'Niner y otros tres clones, los soldados Echo, Hevy, Cincos y Cutup abandonaron su base a través de un conducto de ventilación. Al salir del conducto de ventilación, los soldados fueron desalentados cuando una anguila de Rishi atacó y devoró a Cutup. Con el tiempo, los soldados clon novatos restantes avistaron una lanzadera de ataque clase-Nu pilotada por el Comandante Cody y el Capitán Rex.

Los oficiales clon habían llegado para una inspección del puesto de escucha y no tenían conocimiento del ataque droide. Cuando los dos oficiales clon fueron atacados por los droides invasores, éstos lograron escapar y se reunieron con Echo y los otros soldados novatos. Después de haber encontrado un droide comando disfrazado con armadura clon durante su escaramuza con los droides, Rex exigió que los novatos se quitaran los cascos para verificar que en realidad eran clones. Los tres soldados novatos obedecieron y se quitaron su casco protector, y a continuación otra anguila de Rishi los atacó. Esta vez, Rex usó su pistola para matarla de un tiro en el ojo, una proeza que impresionó a los novatos. Al hablar con los soldados novatos, Rex los apodó "relucientes" un término despectivo para referirse a la impecable armadura de los soldados que aún no habían entrado en acción. Rex y Cody proporcionaron a Echo y los otros soldados novatos varias armas y Rex sugirió un plan para volver a tomar el puesto de escucha.

El grupo de soldados clon se escondió cerca de la entrada de la base, mientras que Rex se hacía pasar por un droide comando mediante el uso de la cabeza decapitada de un droide. Rex engañó con éxito a los droides del interior de la base, que abrieron la puerta del complejo, permitiendo a Echo y los otros soldados clon emboscar al resto de los droides comando situados dentro de la base. Al entrar en el centro de mando, los clones derrotaron a las unidades droides, incluyendo a su líder. Sin embargo, su victoria se vio interrumpida cuando los soldados clon notaron que la flota del General Grievous estaba sobrevolando la luna. Debido a la falta de respuesta por parte de los droides comando, Grievous envió a más droides de combate al puesto de escucha. Los clones, en el interior del centro de mando del puesto de escucha, no fueron capaces de apagar el "todo despejado" de la señal de la base debido a que los droides habían pirateado la señal. Pronto, una nave de desembarco droide descendió y aterrizó en el puesto de escucha. Con los refuerzos superando en número a los soldados clon, Rex ordenó la destrucción completa de la base.

EchoFivesHonored-Rookies

Echo y Cincos son condecorados por los Jedi.

Echo dijo al capitán clon que el deber de los clones era proteger la base, a lo que Rex contestó diciendo que si la base era destruida, se apagaría la señal de todo despejado, alertando a la flota de la República de una inminente invasión. Para destruir la base, Echo sugirió el uso de tibanna, un líquido altamente explosivo, que se utilizaba como fuente de combustible en la estación. Mientras Rex y Echo iban a por el tibanna líquido, Cody, Hevy y Cincos cogieron las armas de una sala del puesto de escucha. Con su nuevo armamento, los clones atacaron a las fuerzas droides, ganando tiempo para que Rex y Echo preparasen una bomba de tibanna. Entonces, el activador por control remoto que iba a servir para detonar el tibanna dejó de funcionar.

Hevy se ofreció a quedarse atrás y arreglar el problema, mientras que los otros clones huyeron del puesto de escucha a través de un conducto de ventilación cercano. Una vez en el exterior, Rex descubrió, para su sorpresa, que Hevy aún no había salido del puesto de escucha. El capitán clon contactó con Hevy con su comunicador, pero Hevy se negó a salir del puesto de escucha hasta lograr reparar el detonador. No dispuestos a aceptar la decisión de Hevy, los clones corrieron a rescatar al soldado novato. Antes de que pudieran volver a entrar en las instalaciones, sin embargo, Hevy detonó manualmente los explosivos. El puesto de escucha explotó, matando a Hevy y todas las fuerzas droides en su interior. Poco después, Rex, Cody, Echo y Cincos fueron recogidos por un LAAT. A bordo del Destructor Estelar Clase Venator conocido como El Resuelto, los Generales Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker condecoraron a Echo y Cincos con medallas por su servicio. Tras la entrega de las medallas, Rex destinó a los dos clones en la Legión 501.

Defensa de Kamino

Cincos: «¿Nos ha llamado, señor?»
Havoc: «Esta es una misión peligrosa. Quiero que os apostéis en el puente como francotiradores.»
Echo: «¡Sí, señor! ¡Nos ponemos a ello de inmediato!»
— Echo y Cincos a Havoc[fte.]
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Echo y Cincos en Kamino.

Varios meses después de la destrucción de la estación de Rishi, la inteligencia de la República concluyó que la Confederación estaba a punto de invadir Kamino. Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker, Rex, Cody, Echo y Cincos partieron a Kamino para preparar la defensa del planeta. Mientras Kenobi y Skywalker se reunían con Shaak Ti y el Primer Ministro de Kamino, Lama Su; Echo y Cincos vagaron a través del complejo militar de Ciudad Tipoca. Después recordando su tiempo como cadetes clon en la ciudad, los dos se encontraron con su viejo amigo clon, 99. 99 se alegró de ver a Echo y Cincos, y preguntó dónde estaba Hevy. Cuando Echo y Cincos le dijeron que había dado su vida para salvarlos en la luna de Rishi, 99 mostró entristecido la medalla que Hevy le había dado la última vez que lo vio. Cambiando de tema, Echo habló a 99 de la hipotética futura invasión confederada sobre Kamino, y 99 preguntó si podía ayudar de cualquier manera. Con la aprobación de Echo y Cincos, 99 partió a la sala de armas del complejo para reunir las armas de los soldados clon, mientras Echo y Cincos se reunían con el CAR Havoc en un hangar.

Entonces comenzó un ataque separatista y el CAR ordenó a Echo y Cincos dirigirse a un puente para ejercer de francotiradores. Echo y Cincos obedecieron y se dirigieron al puente. En el puente, Echo y Cincos utilizaron sus pistolas para derribar a los droides cercanos. Después 99 visitó a los dos clones y los reabasteció con munición y detonadores térmicos. Luego más droides de combate irrumpieron en la zona, pero fueron destruidos cuando Echo lanzó un detonador sobre ellos. No mucho tiempo después, un escuadrón de cadetes clon se acercó a Echo, Cincos y 99. Cuando el pelotón les dijo a los soldados clon que se habían separado de su grupo de cadetes clon, 99 se ofreció a llevarlos de vuelta a los cuarteles de la ciudad.

Tanto Echo como Cincos abandonaron el puente en el que se encontraban con 99 y los cadetes clon, y se dirigieron a los cuarteles. Una vez allí, el Comandante Clon Cody y el Capitán Rex se unieron al grupo, y les incitaron a luchar contra los droides. Los cadetes clon, sin embargo, no quisieron luchar, debido a que su formación era insuficiente. Echo trató de incrementar la confianza de los cadetes clon diciendo que Kamino era su hogar, y debían defenderlo.

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Echo y Cincos defienden Ciudad Tipoca ocupando posiciones de francotirador.

99 entró en la conversación diciendo a los clones que sabía dónde estaba la armería del complejo, donde los clones podrían reunir suficientes suministros para mantener a raya a los droides. 99 los llevó a la armería, donde cada uno de los clones obtuvo un arma de fuego. Echo y los clones volvieron a los cuarteles, y esperaron a que se acercara cualquier droide. Cerca de allí, Grievous guió a un grupo de droides por el mismo pasillo en el que se encontraban los clones. Después, el general ordenó a los droides abrir las puertas de los cuarteles, descubriendo en su interior a Echo y sus compañeros. Echo y los clones comenzaron a disparar contra los droides, y los atrajeron hasta dentro de los cuarteles. Los clones tomaron posiciones defensivas detrás de unas cajas mientras los droides los perseguían. Cuando el tiroteo se intensificó, 99 pasó detonadores térmicos a Echo, Cody y Rex para obtener más potencia de fuego.

Pronto, sin embargo, los clones comenzaron a ser superados en número por los droides. Rex usó su comunicador para contactar con los cadetes, los cuales estaban ocultos en el interior de unas cámaras situadas en la pared de los cuarteles, ordenándoles atacar los droides. Cuando empezaron a disparar contra los droides, Echo y los otros incrementaron su cadencia de fuego. 99 se dio cuenta de que los clones se habían quedado sin detonadores térmicos. A pesar de que sus compañeros le dijeron no ir a buscar más detonadores, ya que era demasiado peligroso, 99 ignoró las órdenes y corrió hacia una puerta cercana. Sin embargo, los droides de combate localizaron a 99 corriendo, y dispararon contra él, matándolo en el acto. A pesar de ser testigos de la muerte de 99, Echo y los clones restantes destruyeron al resto de droides de Grievous. Luego, Echo y los clones se reunieron alrededor de Cincos, que acunaba el cuerpo de 99, y lamentaron la pérdida de 99. Después de Grievous y Asajj Ventress escaparon de Kamino, lo cual puso fin a la invasión, que comportó una victoria de la República. Echo y Cincos se reunieron con Cody y Rex en un hangar. Debido a sus logros durante la invasión, tanto Cody como Rex estaban orgullosos de Echo y Cincos. Los dos soldados clon de la Legión 501 iban a convertirse en soldados CAR.

Rescatando a Even Piell

«Es nuestra única oportunidad, tenemos que detenerlo.»
―Echo, poco antes de quedar gravemente herido.[fuente]
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Echo y Cincos con sus armaduras de soldados CAR.

Sirviendo bajo el mando de Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, Echo y Cincos participaron en el rescate del Maestro Jedi Even Piell, que había sido capturado por la Confederación, que deseaba extraer información secreta sobre la Ruta Nexus, que el Maestro Jedi poseía. En el Templo Jedi de Coruscant, Echo y Cincos se unieron a Skywalker, Obi-Wan, el Maestro Jedi Plo Koon, Cody y Rex durante una reunión en torno a un mesa holográfica. A medida que orquestaba su plan, el equipo visualizó que cualquier ataque a la instalación que retenía a Piell -una prisión conocida como la Ciudadela- sería inútil debido a su seguridad. Skywalker ideó el plan de congelar a Echo y el equipo en carbonita para evitar los escáneres de formas de vida de la Ciudadela. Después de ser congelados en carbonita y una vez dentro de la Ciudadela, R2-D2, junto con un grupo de droides de combate B1 reprogramados descongelaría a Echo y sus compañeros. Después de la reunión, Echo y el equipo se dirigieron al hangar del Templo Jedi, donde se encontraba una cámara de congelación controlada por ugnaughts, dirigidos por Erk Zallis. Teniendo dudas acerca del plan de Skywalker, Cincos, con Echo a su lado, les expresó a Cody y Rex sus preocupaciones de confiar su vida a los droides. Sin embargo, Cody estuvo de acuerdo con el plan de Skywalker, ya que así el equipo no podría ser detectado.

Cuando Echo y el equipo fueron congelados en bloques separados de carbonita, fueron almacenados en una lanzadera de escolta clase Tipo B, una variante de la lanzadera de transporte clase Sheathipede. R2 y los droides de combate pilotaron la lanzadera hasta la Ciudadela, ubicada en el planeta Lola Sayu. Después de pasar sin ser detectados el escáner de formas de vida de la prisión, R2-D2 y los droides de combate aterrizaron cerca de un acantilado próximo a la Ciudadela. R2-D2 descongeló al equipo de Skywalker y Kenobi de sus bloques de carbonita y el equipo se reagrupó. Dejando a R2, los droides de combate, y la lanzadera atrás, Skywalker guió a Echo y el equipo hasta el borde del acantilado. Al darse cuenta de que no podían utilizar cables de ascensión para ascender hasta la entrada de la Ciudadela, puesto que había electrominas en su trayecto, Skywalker y Kenobi dijeron a Echo y el resto del equipo que tendrían que escalar. Cerca de la entrada, el equipo se dio cuenta de que la puerta que conducía a la Ciudadela estaba blindada con un escudo de rayos. La Padawan de Skywalker, Ahsoka Tano, entró en la Ciudadela a través de un conducto de ventilación cercano, y desactivó el escudo de rayos para que Echo y el equipo pudieran entrar.

Junto a la entrada, Cincos ayudó a Rex y otro clon a llegar a la cima del acantilado. Sin embargo, cuando el clon agarró la mano de Cincos, se resbaló y cayó sobre una electromina, que lo mató, y empezó a sonar una alarma dentro de la Ciudadela. Echo y el equipo entraron en la prisión de todos modos. En uno de los pasillos de la prisión, el equipo descubrió que las paredes contenían torretas bláster ocultas. Cuando las torretas atacaron al grupo, los Jedi utilizaron sus sables de luz para desviar el fuego láser, mientras que Echo y los clones dispararon contra las torretas. Las torres no eran la única trampa el pasillo contenía: también existía un campo eléctrico que se acercaba al equipo desde la distancia. Mientras que Echo y sus compañeros esquivaron el campo, el soldado clon Longshot no tuvo tanta suerte, y murió en el acto después de ser golpeado por el campo eléctrico. El equipo siguió avanzando y encontró a Piell dentro de una celda, y lo liberó del cautiverio. El Maestro Jedi quiso rescatar a sus oficiales, que también habían sido hechos prisioneros por la Confederación. Además, uno de los oficiales de Piell, el capitán Wilhuff Tarkin, poseía en su memoria la mitad de las coordenadas de la Ruta Nexus; mientras que Piell estaba en posesión de la otra mitad. Piell y Tarkin habían memorizado las coordenadas para que no cayeran en manos de la Confederación. Aún dentro de uno de los pasillos de la Ciudadela, Echo y el equipo se enfrentaron a un grupo de droides comando, enviados por el jefe de la prisión, Osi Sobeck.

Comenzó un tiroteo, y el equipo de la República destruyó la primera oleada de droides. Sobeck, que estaba observando la lucha a través del sistema de cámaras de seguridad de la prisión, envió más droides y activó el techo magnetizado del pasillo, que atrajo al bláster de Echo, así como las armas de los miembros del equipo y a Skywalker, que poseía un brazo robótico. Los clones trataron de atacar a los droides cuerpo a cuerpo, mientras Kenobi, Tano y Piell utilizaban la Fuerza, pero la táctica no funcionó, debido a que los droides se habían magnetizado al suelo. Skywalker, sin embargo, desactivó el techo magnetizado, lo que permitió a su equipo recuperar sus armas y acabar con los droides. Pronto se encontraron y liberaron a Tarkin y varios oficiales clon de Piell en una celda de detención. Kenobi decidió que el equipo debía separarse; Piell, la mitad de sus hombres, y Cody irían con Obi-Wan para crear una distracción, mientras que Echo, Cincos, Rex, Skywalker, Tano, los oficiales de Piell, y Tarkin, permanecerían juntos y encontrarían una vía de escape hasta el exterior de la prisión. De esa manera, si un grupo era capturado, el enemigo tendría solamente la mitad de la información. Mientras el equipo de Kenobi detonaba una serie de explosivos en uno de los pasillos de la prisión, Skywalker hizo un agujero en una pared que conducía a un viejo túnel. Echo y Cincos precintaron el agujero y siguieron adelante a través de los túneles.

IGotDis-Counterattack

Echo queda gravemente herido tras la explosión de su lanzadera.

Skywalker, después de haber contactado con R2 para que pilotara su lanzadera hasta su posición, guió a su grupo a través de los túneles. Cuando llegaron a un callejón sin salida, fueron emboscados por varios droides comando, que estaban armados con escudos de energía. Sin previo aviso, Tano lanzó unos detonadores debajo de los pies de los droides, que fueron destruidos. Después Tano utilizó más explosivos para abrir un camino a través de la roca. Luego Echo y los demás se acercaron una tubería próxima. La tubería era una vía de escape que los llevaría hasta el punto de aterrizaje de su lanzadera, y Echo y el equipo pronto llegaron a la salida de la tubería. Sin embargo, al salir por la escotilla de salida, un batallón de droides de combate y droides cangrejo les tendió una emboscada. El grupo escapó, Skywalker lanzó una granada sobre la tubería, y la explosión resultante destruyó a los droides. El equipo de Skywalker fue a la posición de Kenobi, y encontraron al Maestro Jedi y sus hombres inmovilizados por droides que custodiaban la lanzadera. Echo y Cincos se unieron a la batalla, a medida que más y más droides llegaban.

Cuando un droide comando, situado sobre una torreta, comenzó a disparar contra la lanzadera, Echo informó de esto a Skywalker. Skywalker y Piell trataron de atacar al droide, pero su intento fue frustrado. Decidido a proteger la lanzadera, Echo recogió el escudo de un droide comando caído para defenderse, y trató de llegar a la lanzadera. Sin embargo, el droide de la torreta destruyó la lanzadera de la República, hiriendo de gravedad a Echo en el proceso. Todos los compañeros de Echo, pensaron que el CAR había muerto en acción, pero sin embargo, Echo fue secuestrado tras la batalla. A pesar de esto, el equipo de ataque de la República fue evacuado con éxito por los Maestros Koon, Adi Gallia y Saesee Tiin, que lideraron una flota de la República. Sin embargo, Piell murió antes de que llegaran las fuerzas de rescate, pasando su información sobre la Ruta Nexus a Tano.

Peón separatista

Anakin Skywalker: «Rex, odio decir esto, pero la posibilidad de que Echo haya cambiado de bando... se me ha pasado por la mente.»
Rex: «Señor, conozco a Echo desde sus tiempos en el Escuadrón Dominó. Es uno de los soldados más valientes con los que he trabajado. Se lo aseguro, puede poner a prueba tus nervios repitiendo las cosas como si estuvieras sordo, pero, también puedo decir con total seguridad que Echo preferiría morir antes que traicionar a la República.»
— Anakin Skywalker y Rex, momentos antes del rescate de Echo. [fuente]
A Distant Echo

Echo fue mantenido en un estado de letargo, hasta que finalmente Rex acudió en su rescate.

Después de su captura por parte de los separatistas, Echo fue transformado en un cyborg. Fue equipado con reemplazos cibernéticos para su torso y piernas, mientras que su brazo derecho, fue sustituido por un brazo que le permitía interactuar con ordenadores. En algún momento después de su captura, Echo fue vendido al capataz de la Tecno Unión, el Emir Wat Tambor, que comenzó a experimentar con Echo. Tambor tenía la intención de utilizar los conocimientos de Echo sobre los algoritmos estratégicos de la República, ya que, a pesar de proclamar su neutralidad en la guerra, la Tecno Unión en secreto estaba aliada con los separatistas. Tambor retuvo a Echo en Skako Menor, donde el soldado clon fue sometido a un letargo para evitar que recuperase el control de su conciencia, y fue obligado a proporcionar información a los separatistas para ayudarlos en una campaña en el planeta Anaxes. Un soporte neuronal y respiratorio mantenía a Echo tanto bajo control como vivo durante el largo tiempo que estuvo en estado de letargo, y en Anaxes, debido a Echo, los esfuerzos de la República para repeler a los separatistas fracasaron en más de una docena de frentes.

Cuando la Legión 501 llegó a Anaxes, Rex sospechó que el almirante separatista Trench, estaba utilizando los algoritmos estratégicos de Rex contra la República. El capitán no entendía cómo podía eso ser posible, puesto que tanto Echo como Cincos, conocedores del algoritmo de Rex, estaban ambos muertos a ojos de Rex. Por ese motivo, Rex se encargó de investigar el origen de la inteligencia de Trench. Junto con la Fuerza Clon 99, un grupo de soldados clon mejorados de forma experimental, Rex se infiltró en una base separatista donde descubrió la fuente de la señal estratégica de Trench. Rex se sorprendió al descubrir que la señal procedía de Echo, ubicado en Skako Menor, y que se identificaba como "CT-1409", el número de designación de Echo. A pesar de los intentos de Obi-Wan Kenobi para disuadir a Rex, el Capitán Clon organizó el rescate de Echo, siendo ayudado por Anakin Skywalker y la Fuerza Clon 99. Antes de rescatar a Echo, tanto Skywalker como Hunter, un soldado de la Fuerza Clon 99, consideraron la opción de que Echo pudiera haberse convertido en un traidor, lo cual Rex descartó con vehemencia.

Keeradaks

Echo y sus rescatadores -la Fuerza Clon 99, Rex y Anakin Skywalker- usan keeradaks para huir de las fuerzas de la Tecno Unión.

Una vez en Skako Menor, el equipo fue capaz de infiltrarse en la sede de la Tecno Unión en la ciudad de Purkell, donde se enfrentó a numerosos droides antes de lograr llegar hasta la ubicación de Echo. Una vez allí, Tech desactivó la protección de Echo y Rex le liberó. Echo recuperó la conciencia y recordó sólo sus últimos momentos en la Ciudadela, pero estaba feliz de ver que Rex había vuelto a por él. Inmediatamente después, Tambor rodeó la sala donde se encontraban los soldados, y amenazó con usar un dispositivo de desintegración de materia orgánica, pero Echo, una vez desconectado con seguridad del sistema informático gracias a Tech, fue capaz de ayudar en su fuga, utilizando su conocimiento de la base que adquirió durante su tiempo conectado a sus ordenadores. Echo guió a la tripulación a través de los conductos de ventilación hacia el exterior, y Wrecker destruyó la sala en la que Echo había estado retenido. Después de escapar, el equipo utilizó keeradaks para volar lejos de la base, pero fue perseguido por droides aéreos Ala-D. La persecución concluyó en el pueblo de los Poletecs, unos seres nativos de Skako con los que Rex y los otros ya se habían encontrado con anterioridad. Rex utilizó a Echo como un ejemplo de la crueldad separatista para convencer a los poletecs de que lucharan junto a ellos. En la batalla consiguiente, Echo, a pesar de su cuerpo debilitado, tomó parte en la destrucción de numerosos droides. La batalla fue ganada, y el equipo de rescate regresó a Anaxes con Echo.

Héroe de Anaxes

Rex: «Echo, lo siento, pero no creo que estés listo para la batalla todavía.»
Echo: «No soy un estorbo, Rex. Soy la mayor oportunidad que tenemos para recuperar Anaxes.»
— Rex y Echo antes de su victoria en Anaxes. [fuente]

Una vez de vuelta en el territorio protegido de la República en Anaxes, Echo sufrió mejoras en sus implantes cibernéticos gracias a droides médicos y recibió una nueva armadura que cubría la mayor parte de su cuerpo. El brazo mecánico de Echo permaneció intacto, y Echo estaba ansioso por luchar contra los separatistas. Cuando el General Jedi Mace Windu instruyó a las fuerzas de la Legión 501 en Anaxes, Echo se ofreció para comandar un asalto encubierto contra las fuerzas del almirante Trench. Aunque Rex tenía dudas debido al estado físico de Echo, Windu decidió escuchar el plan de infiltración de Echo. Echo propuso utilizar sus propias capacidades contra el ejército de la Confederación, y planeaba abordar el carguero/destructor clase providencia de Trench, para proporcionar información falsa acerca de las estrategias de la República. Echo aseguró a sus aliados que Wat Tambor, a pesar de su alianza con los separatistas, sabía que Trench lo mataría si se enterara de que Echo ya no estaba en manos Separatistas. Por lo tanto, Echo argumentó que el envío de señales estratégicas a Trench no levantarían ninguna sospecha, y, como los astilleros de Anaxes eran vitales para las fuerzas de la República, Windu accedió a seguir adelante con el plan de Echo.

Echo jammed

Echo es electrocutado por el almirante Trench tras proporcionar falsas estrategias a los separatistas durante la Batalla de Anaxes.

Echo una vez más viajó en la Fuerza Clon 99, Rex, y Anakin Skywalker hasta la nave de Trench. Mientras tanto, Obi-Wan Kenobi y Windu llevaron numerosas tropas de la República hasta el corazón del esfuerzo bélico de los separatistas en Anaxes, un complejo de droides, con la intención de realizar un asalto final sobre el complejo como parte del plan de Echo. Desde su nave, Echo utilizó su brazo para conectar con los sistemas informáticos de la nave de Trench y enmascarar la identidad de su nave, engañando a un bloqueo haciéndose pasar por una lanzadera separatista. Una vez a bordo, Echo y el equipo de infiltración se dirigieron a una sala de comunicaciones cercana, donde Tech creó una interfaz para que Echo pudiera enmascara su señal, lo que creaba la sensación de que Echo seguía transmitiendo desde Skako Minor. Echo puso en marcha su plan cuando Trench intentó contactar con Skako Minor, interceptando el mensaje del almirante y proporcionándole una falsa estrategia.

Aunque Kenobi y Windu estaban asaltando el complejo droide de Anaxes, Echo envió a allí a la mayoría de los droides de combate restantes en el planeta, asegurando a los dos Jedi que todo era parte del plan. Cuando los droides de combate rodearon a los Jedi, Trench creyó que había alcanzado victoria hasta que Echo envió un gran pulso electromagnético que sobrecargó todos los circuitos de los droides de combate, proporcionando la victoria a los Jedi. Como parte de su plan de emergencia, Trench activó una gran bomba que había construido en el complejo, la cual fue detectada por Echo cuando él y sus compañeros estaban a punto de abandonar la nave de Trench. Echo informó de ello a Windu, quien evacuó todas las fuerzas de la República del complejo mientras intentaba desactivar la bomba con la asistencia a distancia de Echo. Sin embargo, antes de que Echo pudiera dar a Windu la secuencia de desarme definitivo de la bomba, Trench, que había descubierto a Echo, envió un pulso electromagnético al soldado, dejándolo inconsciente. Skywalker, sin embargo, había anticipado la posibilidad de que Echo no pudiera desarmar la bomba y había ido al puente de la nave para enfrentarse a Trench.

Echo Anaxes

Echo es condecorado y ascendido a cabo tras sus acciones en la Batalla de Anaxes.

Skywalker fue capaz de disuadir a Trench para que revelara la secuencia necesaria para desactivar la bomba, que Windu utilizó rápidamente, antes de verse obligado a matar al harch en defensa propia. Mientras tanto, la Fuerza Clon 99 se abrió paso a través de las defensas de la nave de Trench para escapar, mientras Rex llevaba a Echo inconsciente en su hombro. Tanto Crosshair como Wrecker destruyeron un gran número de droides de camino a su lanzadera, donde Echo y los demás se reagruparon con Skywalker. En su lanzadera, Echo recuperó la conciencia. Skywalker dio a Wrecker el detonador para destruir la nave de Trench, y el comando clon lo accionó con éxito. Con la nave de Trench destruida, el equipo regresó a Anaxes. Debido al éxito de la misión, las fuerzas de la República retomaron posiciones vitales en Anaxes y, junto con la Fuerza Clon 99 y Rex, Echo fue honrado por su coraje e ingenio. Posteriormente Echo fue ascendido al rango de cabo y, debido a sus esfuerzos, Windu informó a Echo de que la República tendría una mayor oportunidad de luchar en todos los frentes de batalla a lo largo de la galaxia en las Guerras Clon.

Apariciones

Fuentes

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