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- « No hay alternativa, todo será un ruin traspaso...»
- ― Chi Cho
En Orto Plutonia ocurrió una batalla, que se llevó a cabo, como un golpe de estado entre los nativos Talz en contra de los Dignatarios Pantoranos, y el Jefe de Tribuna, presidente de Pantora, Chi Cho.
Historia[]
Preludio[]
Tras perder contacto con la base de observación de la República en Orto Plutonia, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker fueron a investigar al sistema. Allí, descubireron que la base clon había sido sede de brutales escaramuzas y atentados por parte de los nativos Talz, y que en el último, al intentar comunicarse con Coruscant, fueron todos asesinados. Al principio, pensaron que los nativos se habían aliado con la Confederación, pero su deducción de volvió contradictoria, cuando encontraron bases separatistas hechas pedazos de la misma manera. El Mariscal Kenobi y el General Skywalker, se reunieron con el líder de la tribu Talz, quien había sido el mayor responsable de los atentados, y el comandante de todos esos, y organizaron un encuentro entre el gobierno de Pantora y los nativos, para establecer la paz en el planeta. Skywalker y Kenobi regresaron a reunirse con el Jefe de Tribuna Pantorano Chi Cho y Riyo Chuchi, el jefe de tribu Talz, Thi-Sen, le pidió a los Pantoranos que dejasen el control opresor en Orto Plutonia, que les diesen el control y entonces habría paz. Sin embargo, ante los brazos abiertos de los civiles, el arrogante presidente de tribuna, se negó, y comenzó a idear el vago concepto de una guerra civil.
La Batalla[]
- « ¡Y este es el planeta es el más cálido de esta zona! Bueno, por lo menos no es Tatooine...»
- ―Anakin Skywalker
Rex combate contra un nativo cabalgando un narglatch.
Poco después de la formal declaración de la guerra civil, el Capitán Clon Rex y otros clones debían de abogar por la vida del presidente Chi Cho, llevándolo de camino al ayuntamiento, pero en el camino hubieron muchos atentados contra él, por parte de civiles comunes, y los nativos, el planeta estaba en completo caos. Los Talz organizaban atentados horribles, cabalgando sus narglatch. Las fuerzas clones respondiero con un organizado contraataque, abordo de sus speeders BARC, en una enorme caravana. Los Talz, a pesar de su salvajismo y primitivismo, superaban en número por paliza a los clones y a los pantoranos, y por lo tanto se vieron obligados a retroceder.
Los dos guardias Pantoranos de Cho, murieron en los atentados, uno cortado por la mitad por una lanza, y el otro dislocado por una bestia narglatch. Rex luchó audazmente contra los nativos atacantes, pero se percató de que por mucho que luchase, la victoria era completamente imposible, y los clones se vieron forzados a retirarse hasta la cima de una montaña congelada, cuando, mediante otro atentado, el presidente murió atravesado por una lanza. Sin ningún lugar para huir, Rex envió entonces un pelotón de sus clones para contrarrestar el fuego a los nativos que escalaban el barranco de la montaña, muchos murieron, pero eran tan salvajes que casi que llegaban con las puras manos, después de que se retiraran heridos, Rex volvió a montarse en su speeder junto con sus tropas, y colocó al cadáver del Jefe de Tribuna en la parte trasera.
Rex lleva a Chi Cho abordo de su speeder.
Rex y sus hombres contraatacaron a los nativos en diferentes escenarios, pero se dieron cuenta de que estarían muy abrumados, debido a que eran demasiados, y por muchos que mataran, no se acabarían. En el momento más crítico, refuerzos de la República llegaron, abordo de cañoneras LAAT, y junto con los dos Jedi, y debido a los innumerables refuerzos de la República, los Talz dejaron de atacar. Entonces, se inició una reunión en el Congreso Pantorano, para que hubiera paz en el planeta, el Senador Chuchi se negó a cremar el cadáver del Jefe de Tribuna y continuar el ataque hasta que completamente se erradicase la presencia Talz, como algunos sugirieron, y quedaron en que la única alternativa para dar fin a la guerra civil, era otorgarle el sistema a los Talz.
Posteriormente[]
Las pérdidas que tuvo el Gran Ejército de la República en la batalla, fueron nada menos que once clones asesinados, y trece heridos, sin contar las muertes de los guardaespaldas del presidente de tribuna Chi Cho, y de este. Las pérdidas de los Talz fueron aproximadamente treinta y siente nativos, o menos, y probablemente el mismo número de sus narglatch. Los Pantoranos mantuvieron su control en los demás planetas de su sistema, y la República cedió el control a los nativos, quienes disfrutaron en paz de su mundo.
