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- «Hemos asegurado la ubicación del hutt, señores. La Senadora Amidala está a salvo y regresando al Senado con su droide de protocolo. Tenemos a Lord Ziro bajo custodia. Proclama que fue forzado a participar en el secuestro del hijo de Jabba por el Conde Dooku. Las bajas son nulas—a menos que cuenten los droides de batalla, por supuesto.»
- ―El Comandante Clon Fox, informando de la exitosa extracción de la senadora rehén
La Incursión al Palacio de Ziro se llevó a cabo en la capital galáctica de Coruscant, durante las Guerras Clon. La Senadora Padmé Amidala le informó a su droide de protocolo, C-3PO, que había sido capturada y mantenida como rehén en el palacio de Ziro Desilijic Tiure, por descubrir la afiliación del hutt con el Conde Dooku, líder de la Confederación de Sistemas Independientes. El droide contactó a la Guardia de Coruscant, la cual envió un equipo de rescate liderado por el Comandante Clon Fox, para asaltar el palacio, con el objetivo principal de rescatar a la senadora.
La incursión tuvo resultados exitosos con el rescate de Amidala, y la captura de Ziro. Mediante el uso del equipo de comunicación de Ziro, el contacto también fue reestablecido con Jabba Desilijic Tiure, quien había estado ignorando las comunicaciones de la República durante este periodo, en que pensó que los planes de la República eran acabar con el entero Clan Hutt. Este contacto le permitió a Amidala probar que la República no estaba conspirando en contra de Jabba, exponiendo la mano de Ziro en la verdadera conspiración en contra de él, y planeada desde el inicio por Dooku. Convencido de la inocencia de la República, Jabba accedió a realizar un tratado entre ésta y su clan, permitiéndole a su milicia atravesar de forma segura las hiperrutas del Espacio Hutt, dándole acceso a los Territorios del Borde Exterior, los cuales habían sido apoderados por los Separatistas.
Preludio[]
- «¡Lo lamentarás, Ziro!»
«No. Con esto me volveré muy rico.» - ―Padmé Amidala y Ziro, mientras ella es llevada hacia el calabozo
Yoda envía a Kenobi, Skywalker y a Tano a su misión para rescatar a Rotta el huttlett.
A mediados del 22 ABY, durante las Guerras Clon, el hijo de Jabba el Hutt, Rotta, fue secuestrado. El gángster hutt envió entonces una llamada de auxilio al Alto Mando de la República Galáctica y a la Orden Jedi. Debido a que la República necesitaba el acceso a través de las hiperrutas del Espacio Hutt para poder llegar a los Territorios del Borde Exterior; los cuales habían sido abarrotados por los ejércitos de la Confederación de Sistemas Independientes, el Canciller Supremo Palpatine acordó enviar Jedi para el rescate del hijo de Jabba. El Maestro Jedi Obi-Wan Kenobi fue enviado para negociar un tratado por un pasaje seguro con Jabba, mientras que el Caballero Jedi Anakin Skywalker y su recientemente asignada pádawan, Ahsoka Tano, fueron enviados para encontrar y rescatar a Rotta. Jabba puso de tiempo, como condición a los Jedi, una rotación planetaria para encontrar y regresar seguro a Rotta, a su mundo natal, Tatooine, o no habría acuerdo.[1][2]
Tras asegurarse de que Kenobi había abandonado el Palacio de Jabba, el Conde Dooku—líder de los Separatistas—entró al palacio y, mediante engañosas evidencias, convenció a Jabba de creer que los Jedi habían sido los secuestradores de su hijo, y que estaban conspirando para destruirlo junto con el entero clan. Cuando Dooku convenció al hutt de la traición de la República, Jabba se rehusó furiosamente a aceptar cualquier comunicación de la Oficina del Canciller Supremo, o de cualquier otra división del Alto Mando.[1][2]
La Senadora de la República, Padmé Amidala, se dirigió al palacio de Ziro el hutt en Coruscant, para convencerlo de que contactase a su sobrino, Jabba. Esperaba explicar que los Jedi estaban más bien ayudando, en lugar de tener intenciones de matar a Jabba y a su hijo, y para que el tratado con el clan Hutt se reestableciera.[1][2]
Padmé es testigo de la conspiración de Ziro con Dooku.
Ziro rechazó la petición de ayuda de Amidala, proclamando que no habría acuerdo, y le ordenó a sus droides de seguridad escoltarla fuera del palacio. Amidala logró eludir su droide centinela IG-86 escolta, y se infiltró en la sala del trono de Ziro, donde se dio cuenta de que el secuestro había sido orquestrado por el hutt y llevado a cabo por las fuerzas armadas Separatistas de Dooku. Amidala intentó entonces salir del palacio con la información en mente, pero fue capturada por uno de los droides de seguridad de Ziro. Cuando Dooku le dijo a Ziro que varios miembros del Consejo Separatista pagarían mucho por la captura de Amidala, el hutt ordenó que fuese llevada como prisionera al calabozo. Desde su celda, Amidala se las arregló para burlar a sus captores y para que activaran su comunicador, permitiéndole informarle a su droide de protocolo C-3PO, que había sido capturada y retenida como prisionera en el Palacio.[1][2]
La incursión[]
- «¿Hay alguien en casa?»
- ―C-3PO, cuando la Guardia de Coruscant abriera la puerta de una explosión
Fox y sus tropas entran al Palacio.
C-3PO contactó a la Guardia de Coruscant y le informó con respecto al rapto de Amidala. Pilotó el yate Nubian tipo H de la senadora hacia el Palacio de Ziro, acompañado por el Comandante Clon Fox, y otros cinco Guardias de Coruscant. Mientras tanto, Amidala fue escoltada de nuevo hacia la sala del trono, para enfrentarse cara a cara con su captor. Ziro sintió que ella era demasiado peligrosa para ser mantenida con vida, tras descubrir su pedido de auxilio en el calabozo. Amidala no sabía que Ziro llegaría a ser tan audaz como para asesinar a un senador en la misma Coruscant, pero este proclamó no tener miedo alguno, debido a que tenía poderosos amigos en el Senado Galáctico.[1]
Justo en ese momento, el equipo de Fox destruyó la puerta principal del palacio, y la explosión se llevó a los droides de combate B1 que custodiaban la entrada. En la sacudida del tiroteo, Amidala logró liberarse y destruir al droide IG-86 que la sujetaba, quitándole su rifle bláster E-5. Tras esquivar un disparo, Ziro intentó deslizarse fuera de su tarima, corriendo hacia la salida. Cubriéndose de los fuegos enemigos, los Guardias de Coruscant pudieron destruir rápidamente los droides de seguridad restantes.[1][2]
Cuando los dos últimos droides de batalla fueron destruidos, Amidala le exigió a Ziro que se detuviera donde estaba, mientras los soldados clones rodeaban al asustado hutt, cerrándole las oportunidades para escaparse. Ziro le rogó a sus captores que creyeran que era un simple e inocente peón de Dooku, manifestando que todo el tiempo había querido a Rotta, el hijo de su sobrino, calificándolo de "retoño".[1][2]
Posteriormente[]
- «Tal vez ahora le permita a la República usar sus rutas comerciales, y las hostilidades terminen al fin.»
«"De acuerdo. Un tratado es necesario."» - ―La Senadora Amidala cierra las negociaciones con Jabba el hutt
Amidala contacta a Jabba el hutt.
Usando el holoproyector personal de Ziro, Amidala pudo contactar a Jabba el hutt en Tatooine, e informarle de la traición de su tío, forzando a Ziro confesarle a su sobrino su participación en el rapto de Rotta. Furioso ante la actitud de su tío, Jabba le pidió al Alto Mando de la República que fuese encarcelado y castigado severamente.[1][2]
Desconocido por Amidala hasta que realizó la llamada, su oportuna intervención salvó la vida de Skywalker y de Tano, quienes recientemente habían regresado al hijo de Jabba a salvo. Jabba, quien hasta el momento había creído que los Jedi planeaban destruir su clan, ordenó a sus mercenarios rodearlos, y hubiesen sido ejecutados de no ser por la información proporcionada por la senadora. Amidala también pudo cerrar el acuerdo entre la República y el Clan Hutt, el cual le permitiría a las fuerzas de la República transitar libremente por las rutas del Espacio Hutt, siempre que necesitasen acceso vital para los Territorios del Borde Exterior.[1][2]
Poco tiempo después, el cazarrecompensas duros Cad Bane y su equipo, se infiltraron en el Edificio del Senado en Coruscant, y tomaron un grupo de senadores como rehenes, incluyendo a Padmé Amidala. Para poder asegurar la vida de los senadores cautivos, el Canciller Palpatine se vio forzado a realizar un indulto para Ziro, liberándolo del Centro de Detención Judicial Central de la República. Amidala fue un instrumento importante de la liberación de Ziro de la prisión[4] tanto como fue en su captura, al igual que el Comandante Fox y la Guardia de Coruscant.[1][4]
Entre bastidores[]
La incursión es únicamente vista en la versión cinematográfica de Star Wars: The Clone Wars, y es mencionada en su novelización.[3] Una retrospectiva de la escena de la captura de Ziro aparece en la apertura de "Rehenes", el final de la Primera Temporada de la Serie de televisión Star Wars: The Clone Wars.[4]
En el libro para jóvenes lectores, The Clone Wars: The Battle Begins, los soldados clones que asaltaron el palacio son llamados soldados shock, no Guardias de Coruscant.[2]
Fuentes[]
- Star Wars: The Clone Wars: The Battle Begins (Primera aparición)
- Novelización de Star Wars: The Clone Wars (Solo mencionada)
- Película de Star Wars: The Clone Wars
Star Wars: The Clone Wars — «Rehenes» (Aparece en retrospectiva(s))
Fuentes[]
Notas y referencias[]
- ↑ 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1,06 1,07 1,08 1,09 1,10 1,11 1,12 1,13 1,14 1,15 1,16 1,17 1,18 1,19 1,20 1,21 1,22 1,23 1,24 Película de Star Wars: The Clone Wars
- ↑ 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 2,11 2,12 2,13 2,14 2,15 2,16 2,17 2,18 2,19 Star Wars: The Clone Wars: The Battle Begins
- ↑ 3,0 3,1 3,2 Novelización de Star Wars: The Clone Wars
- ↑ 4,0 4,1 4,2
Star Wars: The Clone Wars — «Rehenes»