Anomid

Los anomids, humanoides de piel pálida nativos de Yablari, se encontraban entre las sociedades más ricas de la galaxia, gracias a sus aptitudes técnicas por naturaleza. Los anomids habían sido durante mucho tiempo parte de la República Galáctica, y fueron vistos en toda la galaxia conocida como técnicos, exploradores o turistas.

Biología y apariencia[]

Los anomids eran humanoides que iban de 1.7 a 1.9 metros de altura. La piel de los anomids era translúcida con una tenue coloración que variaba de un violeta claro a un púrpura pálido y era lisa, pero arrugada con la edad. Tenían manos grandes y delgadas con seis dedos en cada una: dos dedos finales, dos dedos centrales y dos pulgares, con una garra afilada en cada uno. Los dedos estaban emparejados en parejas y ligeramente separados de los demás. Los ojos de los anomids eran sólidos, sin iris ni pupilas visibles y se han visto en diferentes tonos de amarillo o azul. Los anomids tenían orejas puntiagudas, como aletas que sobresalían de los lados de sus cabezas. El cabello de los anomids a menudo era largo y bien cuidado, y siempre se encontraba en tonos de negro, gris o blanco. Algunas anomids tenían sus cabezas calvas con piel arrugada y pelos dispersos, aunque esto podría haber sido un efecto del envejecimiento, mientras que otros, presumiblemente los más jóvenes, se veían con anillas llenas de pelo. Lo más notable de la apariencia de los anomids eran sus máscaras metálicas, a menudo elaboradas y estéticas que llevaban en la mitad inferior de sus caras. Estas no eran máscaras de respiración, como muchos extranjeros podrían haber asumido, sino más bien eran unidades de vocalización. Los anomids nacían sin cuerdas vocales, por lo que muchos decidieron adornar sus caras con estas máquinas para comunicarse mejor con la galaxia, ya que aprender o incluso entender el idioma de signos de seis dedos de las anomids era difícil o casi imposible para la mayoría de los humanoides o los droides humanoides.^[1]

Sociedad y cultura[]

Los anomids casi siempre usaban máscaras elaboradas que cubrían la mayoría de sus caras. Estas no eran máscaras de respiración, sino unidades de vocalización. Como los anomids no tenían cuerdas vocales, confiaban en estas máscaras de vocalización para comunicarse con otras especies. Estas máscaras a menudo fueron elaboradamente personalizadas para reflejar el estatus social, el origen familiar o la profesión de una anomids. Entre ellos, los anomids se comunicaban usando una lengua de señas elaborado. La lengua de señas de los anomid requería manos de seis dedos, lo cual era difícil de usar para los humanos o los droide de protocolo.^[2]

Las anomids eran gobernadas por un Consejo Central, cuyos miembros eran nombrados por grupos regionales de nobles tecnológicos, académicos y líderes empresariales por períodos de uno a siete años. Su sistema legal era engorroso, ya que las leyes nunca fueron derogadas. En cambio, se agregaban nuevas leyes para contrarrestar o modificar las antiguas. Los extranjeros a menudo estudiaban las complejidades del sistema legal de los anomid, ya sea para obtener ideas para sus propios sistemas legales o como ejemplos de lo que no se debía hacer.^[2]

Historia[]

La civilización anomid tenía una larga historia de pacifismo y logros técnicos. Aunque primero desarrollaron la tecnología del hipermotor, no dejaron su sistema hogar durante un siglo. Finalmente enviaron sondas a otros sistemas cuando una sequía amenazó la producción de alimentos en su planeta natal, para el año 15.000 ABY. Después de encontrarse con una colonia de duros que podría reforzar los suministros de alimentos del sistema Yablari, los anomids desarrollaron un fuerte interés en conocer otras culturas. Pronto se convirtieron en miembros activos de la República Galáctica, aprendiendo tecnologías y otras ideas de culturas extranjeras para beneficiar a su sociedad. Entre las primeras tecnologías que adquirieron se encontraban las técnicas agrícolas avanzadas de los ithorianos, por las cuales los anomids siempre estuvieron agradecidos. Gran parte de la tecnología desarrollada o adquirida por los anomids tenía que ver con la agricultura: los alimentos eran la principal exportación e importación al sistema Yablari. También eran expertos en la miniaturización de componentes informáticos, aunque se negaron a trabajar en computadoras con aplicaciones militares.^[2]

La mayoría de los anomids eran pacifistas: los historiadores creían que nunca se habían librado guerras importantes en el sistema Yablari. Sin embargo, alrededor del 50 ABY, una subcultura inconformista se desarrolló entre los anomids más jóvenes. Estos inconformistas vestían ropas ligeras y sin mangas en lugar de las túnicas de gran tamaño favorecidas por la mayoría de los anomids, y rechazaron sus ideales pacifistas tradicionales.^[2] En los años anteriores a las Guerras Clon, muchos anomids que vivían en Coruscant sufrieron un brote de Podredumbre de Gusano Cerebral de tipo A, al igual que los wol cabasshites.^[6]

Durante la era Imperial, el Consejo Central se dividió internamente, pero apoyó al Imperio por el bien del sistema Yablari. A los agentes Rebeldes, por otro lado, les gustaba hacerse amigo de los viajeros anomid, quienes podrían ser persuadidos para dar dinero a la causa. Algunos mundos seguros Rebeldes utilizaron la tecnología de alimentos de los anomid para estirar sus suministros limitados.^[2]

Anomid en la galaxia[]

Las anomids que se aventuraron lejos de su planeta natal generalmente eran pícaros o inconformistas cuyas ideologías políticas chocaban con las del Consejo Central de su planeta natal. Durante la Gran Guerra Galáctica y la Guerra Fría que siguió, la mayoría de los anomids se pusieron del lado de la República, mientras que los merodeadores que se encuentran en toda la galaxia se pueden encontrar con varias lealtades, incluido el Imperio Hutt y el Nuevo Imperio de Darth Malgus en una organización conocida como el Cisma Colectivo. Otros buscaron nuevas tecnologías o conexiones corporativas que pudieran hacerse en otras regiones de la República. Raramente se involucraban en cualquier forma de fuerza militar o de defensa. Los anomid sensibles a la Fuerza se sintieron atraídos por la ideología de la Orden Jedi.^[1]